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miércoles, 11 de noviembre de 2009

(Como jugar a la escondida en Tribunales)

CORTE…Y CONFECCION


En total detrimento de años de lucha de diversas organizaciones sociales y académicas que bregamos por el respeto por los Derechos Humanos en general y los Derechos de niños y jóvenes debemos presenciar con estupor como la Corte Suprema de la Nación (en su constitución histórica más jerarquizada por la idoneidad de sus miembros) declara la constitucionalidad del decreto-ley 22.278 (Ley Penal de la Minoridad) al rechazar un hábeas corpus presentado por la Fundación Sur en defensa de los adolescentes no punibles encerrados en el Instituto San Martín.

Diego Dieguez

El hábeas corpus referido ,tras esperar su resolución por más de un año, fue rechazado por el Máximo Tribunal ocasionando un daño irreversible a los jóvenes privados ilegítimamente de su libertad (todos menores de 16 años) y al sistema de justicia en su totalidad.
Las razones de los Cortesanos en sus votos son más que meras frases retóricas bajo las que se pretende esconder la verdadera fuente del rechazo: el temor a dejar libres a esos jóvenes so pretexto de eventuales crímenes que pudieran cometer. Esta suerte de futurología criminal no hace más que poner en evidencia la falencia del sistema de privación “legal” (¿) de la libertad.
Las deleznables condiciones de encierro estatal en la Argentina dan de bruces con nuestra Carta Magna circunstancia que ningún Magistrado ignora. Innumerables Tratados Internacionales junto a un sinnúmero de leyes propias nos hablan de las condiciones legales en las que debe desarrollarse el encierro de los procesados y de los condenados. Nada de eso se cumple en la realidad carcelaria actual donde la estigmatización social y judicial tiende a victimizar a quien eventualmente hubiera violado la normativa penal vigente.
Me pregunto: ¿Cuántas penas tiene la pena? Y en el mismo sentido cabe la reflexión afirmativa: ¡Cuántas penas tiene la pena! . . .
A casi 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el cúmulo de asignaturas pendientes debiera ruborizar a quienes en algún punto tienen o tuvieron las armas suficientes para torcer este destino injusto.
De nada sirven entonces los cambios legislativos, las convenciones internacionales y la profusa bibliografía desde las diferentes ramas profesionales que abordan la problemática infanto-juvenil cuando desde la más alta jerarquía del Poder Judicial se sigue convalidando el encierro ilegítimo reivindicando leyes pretorianas de “iluminados genocidas”.
La muerte sigue los pasos de nuestros pibes y los acorrala entre el Paco y la Cárcel….¿Podés mirar hacia otro lado?....¿O preferís guardar una buena ubicación en este circo apocalíptico de crueldad?... Quédense tranquilos que hay rejas que nos separan de la pista…

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