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jueves, 12 de agosto de 2010

El regreso a la mesa de trabajo

Después de un período de silencio, motivado específicamente por las investigaciones periodísticas que me alejan de la redacción, propiamente dicha, de estas notas, para introducirme en bibliotecas, archivos privados y en mi propia biblioteca y archivo documental, por lo cual me aíslo del mundo exterior enfrascándome en la razón de mis investigaciones, volveré a dedicar cierta parte de mi tiempo a subir ciertas notas a este blog que, como ustedes saben, no es reflejo de una acción periodística cotidiana sino más bien el repositorio de mis notas y artículos de fondo.Notas y artículos que reflejan preocupaciones y sentimientos ante ciertas circunstancias o situaciones atemporales pero no menos importantes para nuestra sociedad, aspectos que suele parecerme, debo dar a conocer a usted, es de ese parecer que surge la continuidad electrónica de Diario21 y el blog personal que llegan a contenerlas.
Gracias por su indulgencia

Un Italoargentino en el Parlamento Italiano

Freno al poder descontrolado


Las recientes declaraciones del diputado italoargentino Ricardo Merlo por el MAIE (Movimiento Asociativo Italianos del Exterior) para la región Sudamericana, dejan a las claras el objetivo irrestricto por la defensa de los intereses de los italianos en ésta región del planeta, que motiva la política planteada por el diputado en franca oposición a convalidar políticas nefastas para con los italianos fuera de la península.


Por Ruben Spaggiari para fps/D21 y la Web:


Tanto el Senador Luigi Pallaro como el Diputado Ricardo Merlo surgidos de las elecciones realizadas en Italia del año 2006 donde los italianos en Sudamérica, habilitados a votar y participar en ellas, les dieron su voto para que los representen ante el parlamento italiano, vienen marcando una tendencia que conlleva el compromiso con sus votantes y las bases y fundamentos de quienes entendieron sus propuestas y finalmente los beneficiaron con su voto por sobre los otros candidatos.
Si bien en los primeros tiempos de su participación durante el gobierno del Primer Ministro Romano Prodi podría decirse que existía un cierta disonancia conceptual entre el Senador de raíz Democristiana Luigi Pallaro y su compañero de propuestas el Diputado Ricardo Merlo es ahora durante el mandato del mediático y controvertido Silvio Berlusconi cuando parecería que las acciones y pensamientos de ambos políticos Ítaloamericanos se han colocado en sintonía y parecen afianzarse en un parlamento que si bien no les es hostil observa expectante a la Italia externa que reclama sus derechos.
No escapa al criterio político italiano que las demandas de los italianos en el exterior pueden ser justas y entendibles, pero amplios sectores de la sociedad y por lógica sus parlamentarios, objetan estas demandas como reclamos extemporáneos de quienes no conocen la política y la economía italiana y la observan desde la distancia.
Es justamente este tipo de pensamiento el que ha sido afectado por los acuerdos entre Italia y los países Sudamericanos para permitir la participación política de quienes fueran elegidos por Italianos en nuestros países o viceversa.
Tanto Pallaro en el Senado como Merlo en la Cámara de Diputados se han sabido ganar su lugar en la política italiana y hoy juegan el rol de importancia que le otorgan las contingencias políticas.
Recientemente se lo observó a Ricardo Merlo como un posible candidato a recibir los embates de Berlusconi para torcer el brazo del jefe de la Cámara de Diputados, principal socio político del Primer Ministro, Gianfranco Fini que dificulta la tarea de aceptación o tratamiento de sus proyectos en el recinto legislativo.
Fue el Cavagliere quien intentó mediante sus seguidores en el recinto convencer a los opositores para realizar una “Borocoteada” muy reconocida en nuestras disputas parlamentarias.
Los seguidores de Berlusconi intentaron convencerlo mediante el ofrecimiento de la titularidad de Subsecretaría de los Italianos en el Mundo para que diera su voto, según lo manifestara el propio Merlo a los medios italianos quienes publicaron una infografía de la Cámara de diputados donde destacan los votos ajustados del oficialismo y remarca la banca del Italoargentino como vinculante en el logro de los objetivos del ejecutivo.
Desde estas latitudes ha sido vista con una mirada de beneplácito la respuesta de Merlo a los medios de prensa a los que manifestara: “...Por supuesto lo rechazamos. (Refiriéndose a la propuesta de darles su voto) Entendemos la política de modo totalmente opuesto a Berlusconi y queremos ser coherentes con lo prometido a quién nos votó, sin pactos a espaldas de la gente. Berlusconi hace una muy mala política para los italianos en el exterior, nos quitó el 60% del presupuesto destinado a cultura y asistencia social y cajoneó proyectos de ley como la de pensión social, programas de becas y la ley para acabar con la discriminación de la mujer italiana en el exterior para transmitir ciudadanía.” Expresó al periodismo.
Estas palabras no hacen más que establecer un nexo más firme entre los legisladores y sus votantes quienes pueden atesorar no haberse equivocado.
Ricardo Merlo saludando al presidente Napolitano en el 2008