¿Quién
lo dice?
Esta
coyuntura política que estamos viviendo en Latinoamérica, en particular los
países alineados contra los manejos de la política exterior, para la región,
que desarrolla Estados Unidos, que sabemos es casi independiente, de los
supuestos deseos, del mandatario norteamericano de turno.
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Chaves |
En
particular todo esto lo desató la fuerte oposición del Presidente de Venezuela,
Hugo Chaves Frías, fallecido de una enfermedad que lo abatió luego de una lucha
desigual que presentó mientras cumplía su mandato, él fue quien se opuso y
alineó al pueblo venezolano a respaldarlo en la oposición a esos manejos,
arbitrarios e inconsultos y la permanente intromisión en los asuntos de Estado
de la República independiente de Venezuela.
La
opinión pública venezolana mantiene ese respaldo a las ideas del fallecido
“Comandante” y se encolumna con su heredero político, el Presidente Nicolás Maduro,
que fuera respaldado en elecciones democráticas.
Qué
significa esto para Venezuela y los países alineados, como es el caso de Argentina.
Simplemente
este respaldo a una conducta opositora a los intereses estadounidenses no nos
es ajena, de allí surge la profunda convicción argentina de respaldar la posición
del pueblo venezolano.
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Evo Morales |
Sabemos,
tenemos sobradas experiencias vividas en el pasado, de como las gastan, en sus
políticas para la región, el Departamento de Estado Norteamericano.
Quién
esto escribe, está familiarizado con esas políticas, debido al seguimiento que
ha realizado en oportunidad en revolución Nicaragüense y el accionar los
contrainsurgentes adiestrados y pagados por el gobierno de Estados Unidos, que
fuera su impulsor y principal financista.
Todo
esto quedó debidamente demostrado en el tribunal internacional que juzgó el
famoso caso “Irán-Contras” como se denominó
al método de triangulación, utilizado por EEUU para con el producto de la venta
de armas a IRAN, financiar la contrainsurgencia que se oponían a la revolución
Sandinista.
Durante
el mandato de Ronald Reagan, se gestaron políticas nefastas para América Latina
como la antes dicha y luego la avanzada de la intromisión de fuerzas armadas en
países de la región, como Bolivia, aduciendo: un supuesto control de la
industria cocalera.
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Cnel. Oliver Nort |
En
ese contexto, e intentando esclarecer a la opinión pública, refutar la
argumentación Estadounidense participé denunciando los hechos y repudiando la
intromisión inconsulta de fuerzas militares en Bolivia.
En
ese entonces ocurrió un hecho que cambiaría el curso de los acontecimientos y
daría un duro golpe a la impunidad y omnipotencia del departamento de Estado
Norteamericano, que como sabemos, suele manejarse a espaldas del pueblo
Norteamericano, en la toma de decisiones.
Dos
científicos Norteamericanos que trabajaban en Bolivia, reconocen, fotografían,
y denuncian al coronel, Oliver Nort, como quién comandaba una “Cocina” de hoja
en “El Chaparé”.
Oportunamente, a instancias de mis
amigos: Enrique Sabransky, Augusto Comte, Emilio Mignone, (estos pormenores y circunstancias merecieron notas periodísticas en
publicaciones de actualidad de la década de los ochenta: Panorama, El Porteño, Satiricom.)
La
presencia de este conocido militar, operativo de la Agencia Nacional de
Seguridad en Bolivia, sumado a los antecedentes y operaciones anteriores,
desnudan una trama del cual el gobierno Reagan no pudo reponerse y justificar
sus acciones.
Acciones
nada nuevas si tenemos en cuenta que la historia reciente de América está
plagada de ellas y de los grandes contrasentidos de la política Norteamericana.
No
está mal, que se elaboren estrategias de relaciones, con los diversos países de
la región, siempre que ellas no se apliquen callada y forzadamente, vulnerando
nuestros propios derechos a la libre determinación.
Esas
estrategias, secretas y unilaterales, cuando nos son impuestas nuestros países
tienen el derecho y la obligación, de oponerse o defenderse de la intromisión
extranjera.
Aquellos,
que aceptan callada o silenciosamente que estos intereses extranjeros se
adueñen de los destinos de un país; deberán lamentar doblemente la pérdida de
una identidad. (Quienes tengan dudas de lo dicho en esta
nota lo invito a navegar en la red buscando antecedentes de lo expuesto)
Pasó
en nuestro país cuando se designó a Martínez de hoz, cabeza visible de una de
las familias oligárquicas y poderosas del país, como ministro de economía del
gobierno militar, siendo este economista Presidente de Bunge y Born, en su cede
en las Bahamas; cargo que siguió ostentando.
Como
podíamos pretender que un testaferro confeso de los intereses
extranjeros, en un puesto usurpado, jugara para nuestros intereses; si
nosotros aceptamos, esa regla del juego, impuesto por quienes usurparon el
poder debimos pagar las consecuencias.
Por
esto creo que hemos aprendido a no mirar para otro lado, a pesar del esfuerzo
que hacen, aquellos que pretenden que lo hagamos.
Aquellos
que pretenden, no nos involucremos hoy con nuestros hermanos venezolanos, ayer
fue con los nicaragüenses que libraron una batalla sin igual contra el poder
Norteamericano desde la época de Sandino.
Panameños,
Salvadoreños han debido sobreponerse a la soberbia norteamericana y a la
capacidad de mimetizarse con el avestruz, que tiene el pueblo norteamericano
que, sin tomar parte de las decisiones, viven un buen nivel de vida que les
otorga “El sueño Americano” conseguido por el Departamento de Estado, producto
de esas políticas que antojadizamente exportan para conseguirlo.
Inventan
miedos, alimentan dictadores y cuando cumplen su vida útil, les sueltan la
mano, como pasó con la familia “Somoza” de Nicaragua, el último exponente de
ellos fue “Tachito” Somoza; Manuel Antonio Noriega en Panamá hoy cumple condena
en Estados Unidos; El más conocido fue Saddam Hussein, Osama Bim Laden y tantos
otros que se dejaron ganar por su afán de poder y se engolosinaron con ellos
hasta que no les fueron más útiles.
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Noriega |
Con
estas políticas, ejercidas contra los pueblos, desconocen la tercera ley de Newton
y están alimentando terroristas, futuros enemigos, que utilizarán cualquier
arma para combatirlos, el terrorista nace como una respuesta de los débiles y
oprimidos, de esta fuerza desigual, ya que los más débiles utilizarán contra
ellos cualquier forma que les permita vencerlos.
Quienes
se asombran de lo que dicen que ocurre en Venezuela o hablan de una
conspiración del capitalismo no deben olvidar que ese país caribeño es la mayor
reserva de petróleo a las puertas de Estados Unidos.
Estados
Unidos no se puede permitir perder el crudo venezolano.
Además
hay actitudes que son incomprensibles, por lo menos para mí, como personas que
son profundos defensores de un proceso Nacionalista y la irrestricta defensa de
nuestra soberanía en Malvinas pueden oponerse, salvo que se digan de derecha, a
la “Revolución Bolivariana” propuesta por Chaves y continuada por Maduro.
Se
sabía que esta sería la reacción de los del norte.
Más
con el apoyo de Cuba, cuestión que para Estados Unidos es intolerable.
Está
ocurriendo lo mismo que con la asunción de Francisco al papado de Roma, todo el
mundo piensa que la iglesia será otra.
Creen
que podrá borrar tanto horror y tantas equivocaciones, pasadas y presentes, por
la sola presencia de un “Buen hombre”, es Argentino, pero no hace milagros.