Nacía, en la
localidad de Chascomus ese gran hombre que llegó a ser abogado, profesión que
ejerció; político en las filas del Radicalismo del cual fue Presidente del
partido y referente para ocupar distintos cargos como legislador.
Luego del nefasto período de militarismo
que vivió Argentina entre 1966 cuando el ejército al mando del general
Juan Carlos Onganía derroca al Dr. Arturo Illia, presidente constitucional,
dando comienzo así a una etapa de mucho dolor y heridas que tardarán en
restañarse.
Después de la aventura militarista e inconsulta de Malvinas de
1982, circunstancia que terminó de batir en retirada a los militares,
"eternos iluminados y salvadores de una Patria a la deriva" proceso
totalitarista y absolutista, apañado por quienes nos quieren ver de rodillas y
sometidos, este período culminó con 30.000 desaparecidos.
Un viejo litigio con
Inglaterra, que todo el pueblo argentino
conocía, no aprobando el método empleado para dirimirlo, método que fue usado como estrategia para consolidarse,
en un poder, que se les escurría de las manos.
El llamado a elecciones fue apoyado con
júbilo por la sociedad argentina que comenzó en ese momento la reconversión de
sus instituciones y el entramado social, subvertido por la intolerancia,
mediocridad.
El desasosiego que significó saber-ignorando las atrocidades
cometidas que como una trágica leyenda urbana, se instalaba en el colectivo social
despertando de un letargo doloroso que sólo las madres, abuelas y familiares de
las víctimas, podían intuir o conocer.
Ricardo Raúl Alfonsín ganó ampliamente las
elecciones convirtiéndose en el cuadragésimo sexto (46to.) Presidente de los
argentinos dándonos una apertura democrática de libertad y derechos.
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